Mi hermana se preparaba para salir de nuevo con sus amigas. Iba vestida con una falda rosa con revuelos que le llegaba justo a la rodilla y con una blusa de un rosa más claro, además, aunque no era evidente a simple vista yo sabía que vestía una panty blanca y un sostén blanco, dato que yo conocía porque ella era ligeramente descuidada conmigo, algo perfectamente normal considerando que éramos hermanos de exactamente la misma edad ya que éramos gemelos. Al salir de la ducha la vi tomar la ropa interior que antes mencioné del tendedero, sumado al hecho de que no era tan cuidadosa al sentarse y que no se aseguraba de acomodar el tirante del sostén antes de salir de casa era imposible para mí no saber como iba vestida. Esto había sido siempre así, por supuesto, desde que éramos niños hasta el día de hoy en que nuestro cumpleaño número quince estaba por llegar. —Hijo —gritó mi madre a lo lejos —, ve a dejar a tu hermana al centro comercial. —Ma', sabes que no puedo —respondí renuente
No recuerdo de donde la saqué, pero en fin, aquí la tienen: "Con diferencia, la MEJOR decisión que he tomado nunca", dijo Connor mientras estiraba su cuerpo desnudo y embarazado sobre la cama. "Dios, ahora soy una puta ballena. Pero todo vale la pena con estas tetas. Están más grandes que nunca". Se cogió las tetas con las manos y las apretó con fuerza, pensando que hace unos meses eran más pequeñas. Entonces sus ojos se posaron en el mando de la Xbox que estaba en el suelo y miró la hora: "Hmm, creo que podré echar unas partidas al CoD antes de ir al médico". Rodó su pesado cuerpo por la cama para coger el mando de la alfombra. Hacía 7 meses era un pobre estudiante universitario de 18 años a punto de suspender hasta que encontró un anuncio en Internet que buscaba sujetos para un experimento. Prometía una nueva vida y, teniendo en cuenta lo desgraciado que era Connor, estaba dispuesto a probar cualquier cosa. Resultó que un hombre creó un dispositivo de t